Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño

Durante el 7 y 8 de julio 2022 visitamos Caucasia.
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Actualmente, la subregión del Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño registra los niveles más altos de homicidios entre todas las subregiones. Esto se debe a las disputas por el control territorial que han generado un alto impacto humanitario.

La tasa de homicidios en la subregión pasó de 117,2 personas por cada 100 mil habitantes en 2020, a 99 personas en 2021. A pesar de esta disminución, la subregión sigue teniendo la tasa más alta de homicidios.

Durante 2 días estuvimos junto a distintos congresistas en Caucasia de la subregión del Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño escuchando a campesinos, líderes y líderesas, víctimas y reincorporados sobre la implementación del Acuerdo de Paz en sus territorios.

En cada uno de los espacios los habitantes hicieron énfasis en la formalización de tierras, el acceso a vías terciarias y el catastro multipropósito.

En uno de los espacios dialogamos con José Hernández, de la Organización campesina del Nordeste de Antioquia quien nos habló sobre cómo la sustitución de cultivos ilícitos en la subregión:

“No hay inversión en las vías, no hay inversión en ningún proyecto productivo y si hay alguna inversión en proyecto, no hay la forma de transformar ese proyecto para darle viabilidad en conjunto para que el campesino tenga cómo sobrevivir”

Mencionó además que lo que ha faltado por parte del Estado hacia los campesinos, que aún se dedican al cultivo, es una orientación hacia la transformación de los productos que se cultivan.

Sumado a esto, según la ART, a diciembre de 2021 se registró que de las 11.563 familias vinculadas al Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS) solo 1.578 -el 16%- cuentan con proyectos productivos.

“El campesino cultiva coca no porque quiere cultivar coca, porque sabe que está en la ilegalidad, sino porque saber que realmente es lo único que le da la comida dijo el líder campesino.

Después de 5 años del Acuerdo de Paz, estas más de 11 mil familias que arrancaron la coca, no han encontrado caminos para desarrollar sus proyectos.

 

Actualmente 5 municipios de la región tienen presencia del PNIS: Cáceres, Tarazá, Briceño, Ituango y Anorí, mientras que el resto de los municipios de la subregión aún cuenta con alta presencia de cultivos de uso ilícito, y no tienen intervención de este Programa.