Chocó

La primera visita presencial del 2021 fue a la subregión PDET Chocó. En dos días escuchamos a sus líderes y lideresas.
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Luego de que en el 2020 a causa de la pandemia tuviéramos que realizar todas nuestras visitas a territorio a través de encuentros virtuales, para este año nos hemos propuesto hacer la mayor cantidad de visitas presenciales a territorio.

Es así como a mediados del mes de marzo viajamos hasta los municipios de El Carmen del Darién y Riosucio, en la subregión PDET Chocó, para escuchar a sus líderes y conocer cómo avanza la implementación del Acuerdo en este territorio fronterizo.

Avión, helicóptero, panga y camioneta fueron los medios de transporte que tuvimos que tomar para poder llegar hasta estos dos municipios, que viven en gran manera el olvido permanente por parte del Estado. 

El Chocó es el departamento de Colombia con el índice de pobreza más alto. Se calcula que más del 60% de su población vive no tiene satisfecha sus necesidades básicas.

Durante dos días, en compañía de los representantes a la Cámara Juanita Goebertus, Astrid Sánchez y Omar de Jesús Restrepo, tuvimos la oportunidad de sentarnos a oír las preocupaciones de quienes viven en medio de la pobreza, el conflicto interno armado y las pocas oportunidades de estudio y trabajo. 

Ambos municipios que visitamos quedan a orillas del Río Atrato, el tercer río más navegable del país, luego del Magdalena y el Cauca. Esto, para los habitantes de estos municipios chocoanos, es una problemática, pues varias veces al año el río crece y los municipios quedan inundados casi que en su totalidad. 

Si se dragran las bocas del Atrato vamos a prevenir que no se inunden los municipios o las comunidades que están a las orillas, vamos a permitir que el campesino produce a grandes escalas porque vamos a tener la oportunidad de que todas las orillas van a servir para cultivar” Alexander López Moreno, concejal de Riosucio

La subregión PDET Chocó es una subregión en la que, en su mayoría, los habitantes se dedican al campesinado, a la producción y comercialización de plátano y maíz principalmente. Y en medio de la esperanza y el anhelo de que se cumpla con el Acuerdo de Paz, piden precisamente que se les apoye en la formulación de proyectos productivos propios.

Sin embargo, también reconocen que no es suficiente con la puesta en marcha de proyectos, pues muchos de ellos nos expresaron durante las diferentes reuniones que tuvimos, que el problema también radica en el proceso de venta, pues muchas veces, como nos lo dijo Héctor Díaz, Personero de El Carmen del Darién: muchas veces no tenemos a quien venderle, porque si van a vender van a vender a bajo precio y van a perder, y muchas veces no llevan los productos al mercado porque están a bajo precio”

Según datos de la Unidad de Víctimas, el 37,9% de la población de esta subregión es víctima del conflicto interno armado. Muchos de ellos estuvieron conversando con nosotros y expresaron su frustración, pues el recrudecimiento de la violencia es notable y eso les lleva a vivir con preocupación y temor.

Y a pesar de las difíciles condiciones en las que viven los chocoanos, nos impresionó y motivó escuchar a líderes como Maryoris, quien trabaja con mujeres víctimas del conflicto y que apoya a estas familias representadas para que puedan salir adelante.

“Tenemos hoy el compromiso de seguir trabajando por eso tan bonito que es la paz. De remediar eso que una vez nos hizo sufrir, nos hizo llorar. Pero tenemos las ganas de seguir adelante, por la familia, por nuestra paz interior.”