Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño

Durante el 30 y 31 de julio realizamos nuestra visita virtual hacia el Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño
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En esta región hay una gran preocupación por la falta de capacidades para atender la pandemia del Covid-19 y sus impactos económicos frente al Acuerdo de Paz. Según la Fundación Ideas para la Paz (FIP):

La subregión solo cuenta con 10 camas UCI y el 92,3% de los municipios que componen el Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño no tiene ambulancias medicalizadas.

Además de la precariedad en el sistema de salud, las capacidades para enfrentar las consecuencias socioeconómicas de las cuarentena son bajas puesto que, según el DANE: el 93,6% de los hogares no tienen un empleo formal; el 20,5% viven en condiciones de hacinamiento crítico; y solo el 7,4% de la población tiene acceso a internet fijo lo cual dificulta, especialmente, el acceso a la educación.

Con todo el tema de la pandemia, simplemente le dicen a uno ‘quedáte en casa’ pero ¿cómo se va quedar la gente en casa si no hay garantías de supervivencia?

– Reunión con líderes PDET

Estas no son las únicas preocupaciones que pudimos percibir durante la visita. En nuestra primera reunión estuvimos con víctimas del conflicto armado, ellas sienten miedo por el incremento de disputas entre grupos armados en el territorio:

Las víctimas manifiestan que hablar de la construcción y el derecho a la paz ha sido casi imposible. Además, como lo dice la imagen, se refieren a un nuevo conflicto armado puesto que, según lo muestran los datos de la Policía Nacional, en el 2018 la tasa de homicidios tuvo un incremento del 172% respecto al año anterior:

La tasa de homicidios pasó de 55,34 a 150,73 personas por cada 100 mil habitantes.

Y aunque esta tasa disminuyó en el 2019 (136,2 personas con cada 100 mil habitantes), sigue siendo una cifra que está muy por encima que la del 2017.

Por otro lado, a pesar de las dificultades, los líderes y lideresas del PDET sienten que el Programa es una buena alternativa para generar desarrollo en su región. La esperanza de ellos es que se le cumpla y se les haga realidad un sueño que siempre han anhelado.

Hasta ahora, según la FIP, se han ejecutado 71 obras PDET: 54 de ellas están dirigidas a la infraestructura social, 8 al mejoramiento de servicios públicos y 9 son obras de infraestructura vial.

“Son obras maravillosas, son obras que impuso y crearon la comunidad, los campesinos y las víctimas” 

– Wilmar Moreno, Alcalde del municipio de Briceño.

Aún falta mucho por construir, sin embargo esta es una muestra de progreso en medio de tantas dificultades.

Durante la visita, también nos pudimos reunir con excombatientes. Según la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), a 31 de mayo de 2020, en el departamento de Antioquia se encontraban 1.346 personas en proceso de reincorporación y en la subregión habitan 149 personas en el ECTR La Plancha y Carrizal.

Los 85 excombatientes que se encontraban en el ETCR de Santa Lucía, en Ituango, están en proceso de reubicación por constantes amenazas y la falta de garantías de seguridad.

Durante la reunión pudimos hablar con los excombatientes sobre sus proyectos productivos, uno de ellos ha sido reconocido en el país: “Confecciones La Montaña”. A través de esta iniciativa han participado en espacios como Colombia Moda 2020.

Para los reincorporados, víctimas y líderes se hace necesario la presencia integral del Estado. Como lo mencionamos al principio, las comunidades, en medio de la implementación del Acuerdo, están viendo surgir un nuevo conflicto. La petición es que abran espacios de participación ciudadana y que se aumente la confianza con las instituciones públicas para que la paz no se les escape de sus manos.