Arauca

Luego de 3 años, volvimos en abril 2022 a la subregión de Arauca. Actualmente, la situación de seguridad es alarmante.
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A principios del 2022, ocurrió una masacre en los municipios de Tame, Fortul, Saravena y Arauquita entre el 1 y 2 de enero, que produjo graves afectaciones humanitarias y violencias indiscriminadas en la población causadas por el grupo armado del ELN y disidencias. Según la Gobernación de Arauca, fueron asesinadas 27 personas.

La realidad es que la situación de seguridad en Arauca es alarmante. Según cifras de nuestro informe preliminar de la visita: La tasa de homicidios aumentó en un 66,2% en 2021 en comparación con 2020. Pasó de 35,6 homicidios por cada 100 mil habitantes a 59,1.

Por su parte, en 2022 la violencia agudizó de manera muy grave. La tasa de homicidios en enero de 2022 fue de 30,7 personas por cada 100 mil habitantes, mientras que enero 2021 fue de 4,6.

Durante la visita pudimos dialogar con los habitantes de la subregión que asistieron a las reuniones con congresistas.

Lamentablemente quienes habitan estos municipios no sienten de seguridad. La respuesta del Estado ante la situación ha sido fortalecer la militarización de las zonas, desplegando dos batallones del Ejército Nacional.

“Uno de los problemas ha sido la militarización de los territorios. Siendo uno de los territorios más militarizados, vemos cómo día a día siguen ocurriendo asesinatos a las comunidades, líderes y lideresas, defensores de derechos humanos”

Según la Comisión de la Verdad, Arauca cuenta con uno de los mayores números de uniformados -el segundo departamento del país después de Nariño- correspondientes a 9 mil hombres del Ejército.

“En respuesta a lo que se ha dado, el Estado ha respondido con la militarización del territorio. Una respuesta que para nada construcción de paz de la que se está hablando y sobre todo a minimizar este conflicto”

Según la Fundación Ideas para la Paz, desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 a 2021 han ocurrido 80 afectaciones a la población, en las que se encuentran el desplazamiento forzado, homicidios, homicidios colectivos y secuestros.

Por su parte, frente al acceso a tierras realizamos una crónica audiovisual en la que líderes, lideresas y víctimas explican los problemas que han existido frente al proceso de la contratación y la falta de oportunidades para desarrollar sus proyectos de vida.

Para dar un contexto: a enero de 2022 se registraron 57 Obras PDET terminadas en Arauca, siendo así, la séptima subregión que menos Obras tiene. Además, a noviembre de 2021, según la ANT, no se había entregado ni una hectárea de tierra a campesinos con tierra o sin tierra insuficiente.

“Hemos perdido la esperanza que pusimos desde el principio y sentimos que es otra más de las tantas ilusiones, que no se convierten en la realidad”

Lauri Cárdenas, víctima del conflicto.

Lamentable, aunque la población cada día más pierde la esperanza frente al Acuerdo de Paz firmado en 2016, persiste el sueño por encontrar el camino que contribuya verdaderamente al desarrollo de sus territorios y proyectos.

“Sueño con la paz verdadera, con una Arauca empoderada en temas de agricultura. Sueño que haya niños y niñas saltando de un lado a otro sin necesidad de que haya ningún tipo de guerra”