Guaviare

El 14 y 15 de noviembre de 2019 estuvimos en San José de Guaviare y el ETCR Colinas.
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Durante dos días estuvimos con algunos miembros de la Comisión de Paz para conocer cómo va la implementación del Acuerdo. Un territorio en el que más de 14 mil personas participaron en la construcción de iniciativas que aportan al desarrollo de sus comunidades

Es importante entender que, frente a la implementación del PDET, territorios como el Guaviare presentan importantes retos, principalmente para la ejecución de obras de infraestructura y desarrollo económico

(Fundación Ideas para la Paz, 2020).

En cada una de las reuniones que tuvimos con líderes sociales, víctimas y personas en proceso de reincorporación encontramos una preocupación en común: el acceso a la tierra.

El 57% de este departamento se encuentran en zonas de protección ambiental y no tienen un plan de ordenamiento territorial claro sobre las propiedades rurales. Esto representa una barrera para las comunidades puesto que no pueden avanzar en el desarrollo de sus proyectos productivos.

Durante la visita, visitamos el ETCR Colinas para escuchar los avances y las necesidades frente al proceso de reincorporación. Sus líderes expresaron que no ha sido posible viabilizar sus iniciativas productivas puesto que se han presentado obstáculos frente a la formulación, asistencia técnica y el acompañamiento institucional.

Estamos comprometidos con la paz, por eso estamos aquí señalando estas dificultades. Pero tengan seguro que estamos acá y nos vamos a quedar.”

Léider Méndez, líder del ETCR.

A pesar de las preocupaciones por parte de los excombatientes, pudimos dialogar de cerca con una integrante de la Asociación de Mujeres del Espacio de Reincorporación, quien nos dio a conocer una de las iniciativas que han venido trabajando.

A través de su organización, mujeres y hombres construyen paz a través de una tienda comunitaria que tienen en el Espacio y un proyecto sostenible a través del uso de la Guayaba. Pueden conocer la historia aquí:

La situación que viven los líderes del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos y las víctimas del conflicto armado no es para menos.

Frente al primero, encontramos que en la región hay 7.251 familias inscritas. El 87% de ellas han recibido por lo menos un pago y el 63% terminaron con la totalidad de los pagos.

El mayor problema que tiene el PNIS es la atención a los recolectores, ellos manifiestan que hay rezagos en la asistencia técnica y ejecución de los proyectos productivos.

A pesar de los retrasos frente a la reincorporación económica y la puesta en marcha de los proyectos productivos, las personas en proceso de reincorporación han logrado sacar, por ellos mismos, iniciativas de Sacha Inchi -una planta rica en fibra y utilizada principalmente en aceites-, la caña de azúcar, criadero de cerdos y ganadería.

Respecto a la situación que viven las víctimas ellas hacen un llamado para que sean acompañadas en los procesos de indemnización y reparación integral.

La paz es una deuda histórica para cada uno de los habitantes que se encuentran en estos territorios. Es necesario que haya mayor presencia del Estado, mayor inversión y mayor compromiso frente al Acuerdo.

“La paz es un sentimiento y derecho de todos los colombianos, de acuerdo a los puntos que se acordaron es realmente hacer una inversión social en el territorio.”

José Daniel Duarte, Presidente de la Fundación Omar.