El 13 y 14 de febrero realizamos un taller de fortalecimiento de capacidades con tres Consejos de Paz de la subregión PDET Sierra Nevada Perijá.

Uno de los propósitos de nuestro proyecto es construir herramientas y fortalecer las capacidades de líderes y lideresas sociales en el territorio que incida en el seguimiento a la implementación del Acuerdo de Paz.
Es por esto que, luego de una serie de entrevistas con expertos y actores locales, decidimos trabajar con los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia, los cuales son una instancia formal de participación conformada por la institucionalidad y la sociedad civil. Su objetivo es asesorar a los gobiernos territoriales en asuntos claves de desarrollo y el trámite pacífico de conflictividades, que en aspectos generales, aporte a la construcción de paz.
Nos focalizamos en tres Consejos de la subregión Sierra Nevada Perijá: uno, ubicado en Fonseca, La Guajira y los otros dos, en Agustín Codazzi y Manaure Balcón del Cesar, Cesar.
¿Por qué los Consejos Territoriales de Paz?
Desde nuestro proyecto evidenciamos la debilidad de estas instancias en buena parte del territorio, de ahí la importancia de contar con una serie de herramientas que recojan información sobre el funcionamiento de los Consejos y además brinde insumos que impulsen el trabajo articulado entre sus miembros y el cumplimiento de sus objetivos.
Identificamos al menos cinco obstáculos a los que se enfrentan los consejos para mantenerse activos y generar ejercicios de incidencia:
Poca voluntad política para ponerlos en marcha: los Consejos de Paz enfrentan serios problemas de gestión y funcionamiento derivados de la falta claridad presupuestal y de debilidades institucionales en algunos territorios.
Además, su creación y funcionamiento depende de la voluntad política de los gobiernos locales, lo que limita su operatividad.
Pocas garantías para su funcionamiento y para que se dé un proceso participativo cualificado: los consejeros enfrentan serias limitaciones que afectan su capacidad de operar de manera efectiva y sostenible. Entre estas barreras, se encuentran la falta de garantías básicas para su funcionamiento, lo cual incluye aspectos técnicos, económicos y operativos esenciales.
Su debilidad impide el cumplimiento de su misionalidad: el cumplimiento de la misionalidad de los CTPRC ha sido limitado, ya que estos se han visto obligados a concentrar gran parte de sus esfuerzos en mantenerse activos y en consolidar su naturaleza como instancias participativas. Esto ha impedido que se enfoquen en los objetivos centrales de su misión, como asesorar a los gobiernos locales y promover acciones concretas de construcción de paz.
Frente a la implementación del Acuerdo Final de Paz se quedan cortos: Los CTPRC son la instancia llamada a tratar asuntos relacionados con la implementación del Acuerdo de Paz. Aunque han desarrollado procesos de formación en materia de veeduría y trabajado en este asunto, impulsados por la Unidad de Implementación del Acuerdo, la conexión con otras instancias sigue siendo débil.
Es casi inexistente la relación con el Consejo Nacional de Paz: La desconexión entre el Consejo Nacional de Paz y los CTPRC es un problema crítico. Aunque ambos comparten una misión y estructura similar, existe una brecha que limita la articulación efectiva. Esta desconexión se debe, en parte, a que el CNPRC enfrenta problemas similares a los territoriales, como la falta de estrategias claras para integrar sus acciones con las necesidades locales.
Fortalecimiento de los Consejos
Durante dos días nos enfocamos en cómo fortalecer las capacidades de los tres Consejos a través de cuatro temas que consideramos prioritarios:
Relacionamiento y la construcción de confianza de los Consejos.
Claves para el buen funcionamiento y planeación.
La estrategia de comunicación externa e interna
Hacer seguimiento a la implementación del Acuerdo de Paz.
Descarga aquí las herramientas:
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