Arauca

Entre el 6 y 7 de junio de 2019 estuvimos en Arauca, Arauquita y el ETCR de Filipinas.
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En Arauca, la firma del Acuerdo fue un paso importante para disminuir la violencia en el territorio. Sin embargo, se ha visto nuevamente afectado y deteriorado por el fortalecimiento de las disidencias y la expansión del ELN.

Las comunidades piden con urgencia la reanudación de los diálogos con el grupo armado para no se les arrebate la paz. 

Según la Fundación Ideas para la Paz, la tasa de homicidios incrementó en 2018 (47.28 por cada 100 mil habitantes) llegando a cifras similares a los años 2011 y 2013. Tan sólo durante los primeros 3 meses del 2019 han ocurrido 40 homicidios.

Los líderes sociales también se han visto afectados por estos hechos. Entre el 2018 y mayo 2019, se han presentado 6 homicidios.

Las comunidades sienten que los discursos y acciones frente al Acuerdo de Paz, implican un retroceso en los proyectos que tienen las comunidades. Las demoras hacia las más de 2 mil iniciativas PDET generan cada vez más y más desconfianzas.

Respecto a la sustitución de cultivos de uso ilícito, identificamos que las preocupaciones de los líderes están relacionadas con la falta de títulos para acceder a la tierra y así generar sus proyectos productivos. Esta es una de las poblaciones más vulnerables puesto que no cuentan con ingresos fijos.

En la reunión con víctimas, ellas hicieron referencia a esta misma preocupación. Esta preocupación también las tienen las víctimas del conflicto armado. Ellas piden que se les contribuya con el acceso a la tierra. 

La paz se construye con verdad, con justicia pero sobretodo con inversión social y la reparación integral a las víctimas.

Durante la visita también estuvimos en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Filipinas.

Según la Agencia para la Reincorporación y Normalización, ahí viven entre 180 y 214 personas.

De lo positivo resaltamos que están adelantando proyectos productivos de Sacha Inchi en el que se encuentran trabajando 70 excombatientes, uno de ganadería y otro de piscicultura impulsado por mujeres. Además se resalta que, en términos de educación es uno de los más adelantados.

Frente a las preocupaciones, los excombatientes que también hay retrasos en la implementación de los proyectos y tampoco tienen acceso a la tierra para adelantar sus iniciativas y viviendas.

Son varios los desafíos que tienen las instituciones con las comunidades. Sin embargo, como lo mencionamos en un principio es necesario generar condiciones de seguridad para los habitantes de esta región, el aumento de las acciones por parte del ELN dificultan la implementación.

Es por ello que se hace necesario retomar los diálogos con el ELN, puesto que tienen efectos sustanciales e importantes para que cese la violencia en el departamento.